Bueno, veamos como voy dando forma a lo que quiero contar, de nombre tan largo.
En los ya dilatados días de mi existencia, afirmo que he realizado muchas y variadas dietas de adelgazamiento, como ejemplo baste citar, la convencional de todo pesado, la del Pomelo, la de los Astronautas, la de solo proteínas, la disociada en su diferentes versiones, la de cinco kilos en una semana etc., con a su vez diferentes niveles de éxito. Puedo testificar categóricamente que hasta no hace demasiado tiempo, era uno de esos llamados, gordos/irredentos, vamos, que las he iniciado, las he concluido al lograr el objetivo previsto, pero nunca he sido capaz de mantenerlas el suficiente tiempo, como para que no se hiciese necesario iniciar otra.
No es vano lo que digo, sumando las dos ocasiones en las que he perdido cuarenta kilos, las por lo menos tres veces que he llegado a perder veinte, otras tantas de diez, y las incontables por olvidadas, de dos a seis o siete, manifiesto sin temor a equivocarme, que habré perdído y recuperado, al menos, un par de veces, mi peso actual.
A titulo de anécdota baste relatar que en la primera de las ocasiones, en la que fui capaz de disminuir 40 kilazos, allá por los años 62 del pasado siglo, yo tenia entonces 14 y era un niño gordito por no decir gordazo -.buena cantidad de golpes que recibí y procure devolver ciento por uno, en las multitud de oportunidades en las que se dirigieron a mí haciendo uso del adjetivo en tono peyorativo, que destacaba en demasía entre los de la media al uso, que por una causo u otra que es tanto como decir, que la dieta sobresalía por ser monótona y escasa, estaban mas espigados que yo.- Seguí durante un año una abstinencia en extremo dura, hasta el punto que una noche, le propine un ansioso bocado a mi propio dedo, por que en un sueño hipé realista, me estaba comiendo un suculento bocadillo de “chicharrones”, obvio es decir que el dolor que me produje a mí mismo me devolvió a la cruda realidad haciéndome abandonar súbitamente tan lúdica quimera. En otra ocasión vi doblar una esquina y dirigirse hacia mí, portando en sus manos un bien liado y protegido paquete, a un buen amigo. Cuando se situó frente a mi, le asevere sin ningún genero de dudas.-que buen “chorizo” llevas, no sin cierto asombro en su rostro, -este me pregunto- ¿Cómo lo sabes?, -mi respuesta no se hizo esperar ni un ápice, lo he olido, no podía creerse que mis pituitarias habían sido capaces de detectar a unos 30mts mas o menos el añorado aroma que desprendía tan singular embutido.
Para pode soportar tan espartana dieta, esta iba acompañada de toda una sarta de medicamentos de apoyo, laxantes, diuréticos, complementos vitamínicos, y una bomba de relojería y ya explicare por que tal apelativo, que tenia como único fin controlar el apetito, ¡si si…! controlar el apetito.
En aquella época la administración española estaba dando los primeros pasos en su proceso de modernización y comenzó por incorporar unas maquinas taladradoras, mamotretos de gran tamaño y sumamente ruidosas pero muy útiles en esos momento, con las que se procesaban unas tarjetas perforadas en la forma y lugar oportuno, para su clasificación posterior en otro desarrollo de la misma maquina -. La verdad es que eran, pesadas, ruidosa, y más lentas que el caballo del malo, pero haciendo mía una frase que acuño un joven político de la derecha recalcitrante, Antonio Hernández Mancha la diferencia entre este sistema y el anterior “a golpe de calcetín” como solía decir era abismal. Para poder realizar los orificios de dichas tarjetas, se hacia imprescindible un paso previo que tenia por fin servir de enlace entre el lenguaje escrito de toda la vida, el de “a golpe de calcetín, despacito y buena letra” y el incipiente, y en la actualidad omnipresente en cualquier versión que se nos pueda ocurrir, código de claves. De manera que para que dicha transformación se pudiese hacer, la mente humana , el escaneo directo, leo, interpreto, y codifico, era el único modo existente.
Bueno vamos al por que de lo antes dicho. Como se dio la circunstancia de que mi madre era funcionaria de la entonces Administración Civil del Estado, adscrita al Ministerio de Hacienda, y dentro de las atribuciones de este Ministerio, se encontraba la gestión del Catastro de Urbana y Rustica, y en aquellos años, este ultimo, comenzó la mecanización del sistema de manejo del parcelario, y dado que como ya he dicho, para dar inicio a dicha mecanización resultaba ineludible la contratación de un buen numero de escaner humanos, uno de esos escaner fui yo.
El procedimiento retributito era simple, tantas claves introduces tantas claves cobras, vamos a destajo puro y duro, pero mire usted por donde, uno de los medicamentos que componían la sarta que acompañaban a la dieta, ese previamente calificado como una bomba, debía de contar entre sus componentes con algún tipo de estimulante, que a las dos horas de haberlo tomado, tiempo que solía coincidir con el de inicio de mi trabajo de escaneo, te producía un colocón de tal magnitud, que solo me faltaba, cantarme unas Peteneras aderezadas con un magistral zapateo por Bulerías. Me sobraba tiempo “pa to”, ¿y de las claves?, de las claves, ni hablar, le largaba una cruz sin la menor duda a una parcela baldía a una de olivar o de secano, con una agraciada revolea de manos, que traía atónitos a mis compañeros escaner, que estoy seguro pensarían a este se le a “jodio un chips”. Eso si, le gane una pasta al tema, por que yo ponía claves a la velocidad de la moto en la que la puñetera pastilla me mantenia subido y en marcha.
Toda esta larga exposición, no tiene otro objetivo que dejar claro que tengo una ya dilatada experiencia en eso de las dietas de adelgazamiento, y se preguntaran, ¿para que demonios le ha servido esto al que suscribe?, a una pregunta, -.si uno no es gallego, que suelen responder con otra.- -.y yo, como no lo soy.- tengo el habito de corresponder con eso, con una respuesta.
De manera que les respondo. Creo haber descubierto como enuncio, el ingrediente secreto para un éxito seguro en una dieta de adelgazamiento, especialmente indicado para el género femenino, ese que se encuentra inmerso en la difícil franja de los 40 a los 50 años en la que resulta tan difícil perder peso. Que no es otro que, ¡¡¡chin chín!!! Un poco de suspense. Que echarse un, amante, ¡si!, ¡si! no se sorprendan un amante.
Solo encuentro un fallo a mi teoría, no puedo aportar como prueba irrefutable, experiencia personal alguna, si bien esta no es condición sinecuano, pues los ensayos clínicos, se suelen basar en la estadística nacida de la participación de un determinado numero de individuos (este es un punto que forzosamente debo aclarar por que de no hacerlo así, mi integridad física corre grave peligro, soy un hombre felizmente casado con una linda mujer de carácter tan poderoso como su belleza y juventud, y ya se sabe mas vale prevenir que lamentar), dicho esto cada lector es muy libre de formarse la opinión que quiera.
Sigamos con la cuestión, si bien yo no dispongo de experiencia personal en lo venido al caso, si dispongo de una capacidad de observación y agudeza muy ejercitada, y a lo largo de los años he tenido la posibilidad de haber encontrado alguna que otra fémina de esta franja inmersos en semejante situación, baste observarlas ligeramente, para darse cuenta de que los síntomas de esta enfermedad, como en cualquier jodido virus, están presentes y son sistemáticos y repetitivos.
En un primer estadio, la enfermedad brota provocando en el contagiado, un alto nivel de ensimismamiento, con frecuentes perdidas de atención y mirada extraviada, inexplicable sonrisa bobalicona, y un cierta brillo en la mirada que ilumina los ojos de sujeto afectado, si bien este va disminuyendo a medida que los síntomas se van agravando, resumiendo, una absoluta cara de enajenado.
Otro de los grupos de síntomas, que podría decir pertenece a este primer período de infección, son las ansiosa y frecuentes miradas al reloj como si de la hora de salida del trabajo dependiese todo el resto de su vida, bruscos cambios en el humor, pasando del positivo al negativo y viceversa, si solución de continuidad, recibir y emitir frecuentes llamadas de teléfono móvil, con unas circunstancias delatoras irrefutable, el cuchicheo de la conversación, y la frecuencia con la que estando tu presente, la respuesta a la llamada es “lo siento, se ha equivocado,” el esmero y cuidada en su azicalado, vestidos y complementos nuevos, inédito peinado etc. etc.
Podría seguir reseñando ejemplos, de este primer estadio de la enfermedad, pero con los dichos baste para comprender que se encuentran, gravemente contagiadas. Con todo y con eso, estos primeros síntomas, carecen de la sustancia secreta, que tanto éxito tiene en la dieta. De manera que se hace imprescindible el paso al segundo estadio de la enfermedad, para que el nerviosismo haga acto de presencia y comience, como sustancia secreta que es, ha producir el deseado efecto endocrino. Cuando las cosas empiezan a caerse de las manos, los recados se olvidan, las labores profesionales van manga por hombro o las respuestas a algunas llamadas telefónicas, sobretodo a las familiares, son respondidas, con tono airado, o el acicalado comienza a ser menos cuidadoso, como si careciera de tiempo para poderlo llevar a cabo, o las lágrimas aparecen con cierta frecuencia y de modo inesperado, entonces es cuando puedes decir sin temor a equivocarte, enferma ,embarazosamente enferma.
El aumento de este síntoma es directamente proporcional a la disminución del peso corporal, es más, cuanto más se aprecia la pérdida, más avanzado está el padecimiento. Pero pasado cierto tiempo, la naturaleza que es sabia acude en ayuda del sujeto, aportándole una de los dos remedios que ponen fin a la dolencia, o la situación la convierta en crónica liberándolo de gran parte de la presión que le suponen los miedos y las dudas, que suelen provocar pérdida de apetito, de concentración, aumento desmedido de actividad cerebral etc. etc. o lo vacuna para que regrese a su anterior modo de vida, dando por finalizado el episodio agudo, y hasta el próximo, si es que se da.
He dejado a conciencia y para concluir, la más importante de las prácticas, por el inusual uso que se hace de ella y por el gran consumo de calorias que produce, que no es otra que la actividad física.
Resumiendo, de mis observaciones he deducido.
POSOLOGIA
1º En lo tocante a la residencia, es mejor que el amante viva más bien lejos que cerca, o que el nidito de amor lo esté.
2º En lo tocante al peculio, es mejor que esté tieso (sin un €) que con posibles.
3º En lo tocante al desplazamiento, es mejor a pie que con vehiculo.
4º En lo tocante a la edad, mejor joven que maduro.
5º En lo tocante a la remuneración, nada de pasta, la experiencia, (dame aquí, besa aquí, entra aquí, ponte aquí, ponme así etc. etc.)
6º y por ultimo en lo tocante a la práctica, muchísimo mejor novato que experimentado, pero eso si con hierro con mucho hierro, vamos que arrime candela, esta el punto de que se pueda llegar a pensar que mas que hierro, el cilindro es puro acero.- como suele decirse salud y forsa al canud.-
Solo me resta decir que a practicar, y atreverme a aconsejar discreción mucha discreción.- se trata de echar unos polvos no de que aparezca en los informativos.
En los ya dilatados días de mi existencia, afirmo que he realizado muchas y variadas dietas de adelgazamiento, como ejemplo baste citar, la convencional de todo pesado, la del Pomelo, la de los Astronautas, la de solo proteínas, la disociada en su diferentes versiones, la de cinco kilos en una semana etc., con a su vez diferentes niveles de éxito. Puedo testificar categóricamente que hasta no hace demasiado tiempo, era uno de esos llamados, gordos/irredentos, vamos, que las he iniciado, las he concluido al lograr el objetivo previsto, pero nunca he sido capaz de mantenerlas el suficiente tiempo, como para que no se hiciese necesario iniciar otra.
No es vano lo que digo, sumando las dos ocasiones en las que he perdido cuarenta kilos, las por lo menos tres veces que he llegado a perder veinte, otras tantas de diez, y las incontables por olvidadas, de dos a seis o siete, manifiesto sin temor a equivocarme, que habré perdído y recuperado, al menos, un par de veces, mi peso actual.
A titulo de anécdota baste relatar que en la primera de las ocasiones, en la que fui capaz de disminuir 40 kilazos, allá por los años 62 del pasado siglo, yo tenia entonces 14 y era un niño gordito por no decir gordazo -.buena cantidad de golpes que recibí y procure devolver ciento por uno, en las multitud de oportunidades en las que se dirigieron a mí haciendo uso del adjetivo en tono peyorativo, que destacaba en demasía entre los de la media al uso, que por una causo u otra que es tanto como decir, que la dieta sobresalía por ser monótona y escasa, estaban mas espigados que yo.- Seguí durante un año una abstinencia en extremo dura, hasta el punto que una noche, le propine un ansioso bocado a mi propio dedo, por que en un sueño hipé realista, me estaba comiendo un suculento bocadillo de “chicharrones”, obvio es decir que el dolor que me produje a mí mismo me devolvió a la cruda realidad haciéndome abandonar súbitamente tan lúdica quimera. En otra ocasión vi doblar una esquina y dirigirse hacia mí, portando en sus manos un bien liado y protegido paquete, a un buen amigo. Cuando se situó frente a mi, le asevere sin ningún genero de dudas.-que buen “chorizo” llevas, no sin cierto asombro en su rostro, -este me pregunto- ¿Cómo lo sabes?, -mi respuesta no se hizo esperar ni un ápice, lo he olido, no podía creerse que mis pituitarias habían sido capaces de detectar a unos 30mts mas o menos el añorado aroma que desprendía tan singular embutido.
Para pode soportar tan espartana dieta, esta iba acompañada de toda una sarta de medicamentos de apoyo, laxantes, diuréticos, complementos vitamínicos, y una bomba de relojería y ya explicare por que tal apelativo, que tenia como único fin controlar el apetito, ¡si si…! controlar el apetito.
En aquella época la administración española estaba dando los primeros pasos en su proceso de modernización y comenzó por incorporar unas maquinas taladradoras, mamotretos de gran tamaño y sumamente ruidosas pero muy útiles en esos momento, con las que se procesaban unas tarjetas perforadas en la forma y lugar oportuno, para su clasificación posterior en otro desarrollo de la misma maquina -. La verdad es que eran, pesadas, ruidosa, y más lentas que el caballo del malo, pero haciendo mía una frase que acuño un joven político de la derecha recalcitrante, Antonio Hernández Mancha la diferencia entre este sistema y el anterior “a golpe de calcetín” como solía decir era abismal. Para poder realizar los orificios de dichas tarjetas, se hacia imprescindible un paso previo que tenia por fin servir de enlace entre el lenguaje escrito de toda la vida, el de “a golpe de calcetín, despacito y buena letra” y el incipiente, y en la actualidad omnipresente en cualquier versión que se nos pueda ocurrir, código de claves. De manera que para que dicha transformación se pudiese hacer, la mente humana , el escaneo directo, leo, interpreto, y codifico, era el único modo existente.
Bueno vamos al por que de lo antes dicho. Como se dio la circunstancia de que mi madre era funcionaria de la entonces Administración Civil del Estado, adscrita al Ministerio de Hacienda, y dentro de las atribuciones de este Ministerio, se encontraba la gestión del Catastro de Urbana y Rustica, y en aquellos años, este ultimo, comenzó la mecanización del sistema de manejo del parcelario, y dado que como ya he dicho, para dar inicio a dicha mecanización resultaba ineludible la contratación de un buen numero de escaner humanos, uno de esos escaner fui yo.
El procedimiento retributito era simple, tantas claves introduces tantas claves cobras, vamos a destajo puro y duro, pero mire usted por donde, uno de los medicamentos que componían la sarta que acompañaban a la dieta, ese previamente calificado como una bomba, debía de contar entre sus componentes con algún tipo de estimulante, que a las dos horas de haberlo tomado, tiempo que solía coincidir con el de inicio de mi trabajo de escaneo, te producía un colocón de tal magnitud, que solo me faltaba, cantarme unas Peteneras aderezadas con un magistral zapateo por Bulerías. Me sobraba tiempo “pa to”, ¿y de las claves?, de las claves, ni hablar, le largaba una cruz sin la menor duda a una parcela baldía a una de olivar o de secano, con una agraciada revolea de manos, que traía atónitos a mis compañeros escaner, que estoy seguro pensarían a este se le a “jodio un chips”. Eso si, le gane una pasta al tema, por que yo ponía claves a la velocidad de la moto en la que la puñetera pastilla me mantenia subido y en marcha.
Toda esta larga exposición, no tiene otro objetivo que dejar claro que tengo una ya dilatada experiencia en eso de las dietas de adelgazamiento, y se preguntaran, ¿para que demonios le ha servido esto al que suscribe?, a una pregunta, -.si uno no es gallego, que suelen responder con otra.- -.y yo, como no lo soy.- tengo el habito de corresponder con eso, con una respuesta.
De manera que les respondo. Creo haber descubierto como enuncio, el ingrediente secreto para un éxito seguro en una dieta de adelgazamiento, especialmente indicado para el género femenino, ese que se encuentra inmerso en la difícil franja de los 40 a los 50 años en la que resulta tan difícil perder peso. Que no es otro que, ¡¡¡chin chín!!! Un poco de suspense. Que echarse un, amante, ¡si!, ¡si! no se sorprendan un amante.
Solo encuentro un fallo a mi teoría, no puedo aportar como prueba irrefutable, experiencia personal alguna, si bien esta no es condición sinecuano, pues los ensayos clínicos, se suelen basar en la estadística nacida de la participación de un determinado numero de individuos (este es un punto que forzosamente debo aclarar por que de no hacerlo así, mi integridad física corre grave peligro, soy un hombre felizmente casado con una linda mujer de carácter tan poderoso como su belleza y juventud, y ya se sabe mas vale prevenir que lamentar), dicho esto cada lector es muy libre de formarse la opinión que quiera.
Sigamos con la cuestión, si bien yo no dispongo de experiencia personal en lo venido al caso, si dispongo de una capacidad de observación y agudeza muy ejercitada, y a lo largo de los años he tenido la posibilidad de haber encontrado alguna que otra fémina de esta franja inmersos en semejante situación, baste observarlas ligeramente, para darse cuenta de que los síntomas de esta enfermedad, como en cualquier jodido virus, están presentes y son sistemáticos y repetitivos.
En un primer estadio, la enfermedad brota provocando en el contagiado, un alto nivel de ensimismamiento, con frecuentes perdidas de atención y mirada extraviada, inexplicable sonrisa bobalicona, y un cierta brillo en la mirada que ilumina los ojos de sujeto afectado, si bien este va disminuyendo a medida que los síntomas se van agravando, resumiendo, una absoluta cara de enajenado.
Otro de los grupos de síntomas, que podría decir pertenece a este primer período de infección, son las ansiosa y frecuentes miradas al reloj como si de la hora de salida del trabajo dependiese todo el resto de su vida, bruscos cambios en el humor, pasando del positivo al negativo y viceversa, si solución de continuidad, recibir y emitir frecuentes llamadas de teléfono móvil, con unas circunstancias delatoras irrefutable, el cuchicheo de la conversación, y la frecuencia con la que estando tu presente, la respuesta a la llamada es “lo siento, se ha equivocado,” el esmero y cuidada en su azicalado, vestidos y complementos nuevos, inédito peinado etc. etc.
Podría seguir reseñando ejemplos, de este primer estadio de la enfermedad, pero con los dichos baste para comprender que se encuentran, gravemente contagiadas. Con todo y con eso, estos primeros síntomas, carecen de la sustancia secreta, que tanto éxito tiene en la dieta. De manera que se hace imprescindible el paso al segundo estadio de la enfermedad, para que el nerviosismo haga acto de presencia y comience, como sustancia secreta que es, ha producir el deseado efecto endocrino. Cuando las cosas empiezan a caerse de las manos, los recados se olvidan, las labores profesionales van manga por hombro o las respuestas a algunas llamadas telefónicas, sobretodo a las familiares, son respondidas, con tono airado, o el acicalado comienza a ser menos cuidadoso, como si careciera de tiempo para poderlo llevar a cabo, o las lágrimas aparecen con cierta frecuencia y de modo inesperado, entonces es cuando puedes decir sin temor a equivocarte, enferma ,embarazosamente enferma.
El aumento de este síntoma es directamente proporcional a la disminución del peso corporal, es más, cuanto más se aprecia la pérdida, más avanzado está el padecimiento. Pero pasado cierto tiempo, la naturaleza que es sabia acude en ayuda del sujeto, aportándole una de los dos remedios que ponen fin a la dolencia, o la situación la convierta en crónica liberándolo de gran parte de la presión que le suponen los miedos y las dudas, que suelen provocar pérdida de apetito, de concentración, aumento desmedido de actividad cerebral etc. etc. o lo vacuna para que regrese a su anterior modo de vida, dando por finalizado el episodio agudo, y hasta el próximo, si es que se da.
He dejado a conciencia y para concluir, la más importante de las prácticas, por el inusual uso que se hace de ella y por el gran consumo de calorias que produce, que no es otra que la actividad física.
Resumiendo, de mis observaciones he deducido.
POSOLOGIA
1º En lo tocante a la residencia, es mejor que el amante viva más bien lejos que cerca, o que el nidito de amor lo esté.
2º En lo tocante al peculio, es mejor que esté tieso (sin un €) que con posibles.
3º En lo tocante al desplazamiento, es mejor a pie que con vehiculo.
4º En lo tocante a la edad, mejor joven que maduro.
5º En lo tocante a la remuneración, nada de pasta, la experiencia, (dame aquí, besa aquí, entra aquí, ponte aquí, ponme así etc. etc.)
6º y por ultimo en lo tocante a la práctica, muchísimo mejor novato que experimentado, pero eso si con hierro con mucho hierro, vamos que arrime candela, esta el punto de que se pueda llegar a pensar que mas que hierro, el cilindro es puro acero.- como suele decirse salud y forsa al canud.-
Solo me resta decir que a practicar, y atreverme a aconsejar discreción mucha discreción.- se trata de echar unos polvos no de que aparezca en los informativos.
2 comentarios:
sólo paso a saludarte, tantos años, espero te encuentres muy bien de salud y en realidad en todo aspecto. Yo aun viviendo en Chile, ya hace mucho que no escribo, bueno eso es malo.
Un abrazo amigo, siempre te recuerdo.
Dying (del blog de un profesor en el sur de chile)
Un abrazo Quiyoo....